¿Caminamos hacia un empleo más inclusivo y de calidad?

El pasado mes de enero se publicaron los resultados de la Encuesta de Población Activa correspondiente al último trimestre del año de 2021. Los datos que se desprenden del informe –siguiendo la tendencia positiva marcada en la anterior publicación– son esperanzadores en cuanto a la creación de empleo y la calidad del mismo, aunque se mantienen brechas importantes en cuanto a la inclusión de colectivos como las personas de origen extranjero.

La tasa de desempleo en nuestro país, según datos de la EPA en el último trimestre de 2021, se sitúa ya en el 13,33 %. Vemos como continúa produciéndose, un trimestre más, un aumento en la ocupación y bajada del paro en todos los grupos encuestados: hombres, mujeres, personas extranjeras y grupos de edad. Una buena noticia si tenemos además en cuenta que la creación de empleo también va unida a una mayor contratación indefinida, una disminución del empleo a tiempo parcial y de la temporalidad de las contrataciones, mejoras que vienen produciéndose de forma consecutiva en los dos últimos trimestres.

¿Estamos cada vez más cerca de la construcción de un mercado de trabajo más inclusivo, justo y sostenible?

Los datos atisban cierta esperanza e instrumentos, como la recién aprobada reforma laboral, parece que van orientados a lograr este objetivo, no exento de la necesidad de llevar a cabo grandes esfuerzos por parte de todos los agentes implicados: administración, empresas y sociedad en general.

Aun así, a pesar de la tendencia positiva, todavía persisten brechas que son necesarias reducir en determinados grupos de población como, por ejemplo, mujeres y personas de origen extranjero quienes siguen sufriendo mayores desigualdades respecto al acceso, mantenimiento y características del empleo que ocupan. Muestra de ello es, por ejemplo, la tasa de paro de las personas migrantes la cual se sitúa, según datos de esta encuesta, en el 20,89 % respecto al 11,79 % de los hombres españoles. Este tipo de datos visibilizan las diferencias todavía existentes en nuestro mercado de trabajo –en este caso por razón de origen– y la necesidad de seguir trabajando en paliar estas desigualdades y crear sociedades más justas e igualitarias.

En este sentido, las empresas son, junto con la Administración, claves en esta transformación del mercado laboral. Su compromiso y su esfuerzo es fundamental a la hora de trabajar en la reducción de las desigualdades y el empleo decente. En definitiva, un mercado de trabajo plenamente inclusivo que no deje a nadie atrás y abrace la diversidad de la fuerza laboral –origen, género, edad, capacidad– como un elemento de valor y competitividad.

A través de DIVEM ayudamos a las empresas a poner en marcha acciones que ayuden a liderar esta transformación a través de una gestión empresarial socialmente responsable que contribuya a la reducción de las desigualdades y la creación de empleo decente. ¡Súmate al cambio sostenible e inclusivo con DIVEM y únete a las #EmpresasQueSuman!