Gestionar la diversidad cultural de forma responsable, también durante las vacaciones

Con la llegada del verano la gran mayoría de las empresas se enfrentan al desafío de coordinar y asignar los días libres y de vacaciones de su plantilla. De acuerdo a un análisis del sector, el 85 % de las compañías admite afrontar dificultades en el momento de realizar esta tarea.

El escenario se hace aún más complejo si pensamos en un espacio de oficina donde hay personas de orígenes y culturas diversos. En este caso, es muy importante que las empresas recuerden tener en cuenta y crear un entorno inclusivo que haga que cada persona se sienta vista y apreciada.

En este sentido, la gestión de la diversidad en las vacaciones se vuelve un aspecto sumamente relevante, ya que nunca debemos asumir que todas las personas que trabajan en la compañía comparten las mismas preferencias para su tiempo de descanso que el resto del grupo –o, al menos, de la mayoría–, ya sea por su religión, su país de origen o sus costumbres.

Desde DIVEM, os facilitamos algunas ideas para facilitar la gestión de la diversidad cultural en este ámbito y ayudar a las empresas a emprender el camino hacia este liderazgo inclusivo:

  1. Un primer paso es no hacer suposiciones respecto a los días que una persona desee tomarse para sus vacaciones. En muchos casos, el receso de verano está coordinado con el calendario escolar; sin embargo, en un entorno inclusivo y diverso, debemos pensar que muchas personas no tienen menores a cargo, por lo que no debemos asumir que serán esos meses los que desee hacer uso de sus vacaciones.
  2. Dar mayor flexibilidad en los periodos a optar. Si bien en la actualidad es cada vez mayor la disponibilidad en los diferentes sectores empresariales, los periodos de junio a septiembre pueden no incluir a todas las personas que se encuentren trabajando. En este sentido, por ejemplo, quienes pertenecen a religiones como la musulmana o la judía pueden preferir otro momento del año para optar por sus vacaciones. Dar flexibilidad y brindar “mini” periodos vacacionales puede convertirse en un política empresarial muy apreciada por el personal empleado y para crear una cultura corporativa inclusiva y atractiva para atraer nuevos talentos.
  3. Incluir en vacaciones y celebraciones, como la navideña, las diferentes perspectivas de las personas que trabajan en la empresa. Una celebración de vacaciones en la oficina debe servir como una manifestación externa de la cultura y la diversidad de la empresa.

Tener en cuenta estas pequeñas acciones posibilita crear un impacto positivo en la gestión de la diversidad de la empresa y crear un beneficio tanto para ellas como para toda la sociedad en su conjunto.

Las empresas tienen una oportunidad única en el verano para reinventar el lugar de trabajo y crear entornos más inclusivos y diversos para que todas las personas se sientan parte y para no dejar a nadie atrás.

¿Quieres saber cómo hacer una gestión integral y responsable de la diversidad cultural en tu empresa? ¡Súmate a DIVEM y a las #EmpresasQueSuman!