Hacia la igualdad de género en las empresas a través de la diversidad cultural

La igualdad de género sigue siendo uno de los mayores retos que todavía tenemos como sociedad. En el ámbito del empleo, aunque los avances son cada vez mayores, las diferencias entre hombres y mujeres todavía son evidentes.

Según datos extraídos de la última Encuesta de Población Activa, respecto al cuarto trimestre de 2020, la tasa de desempleo de las mujeres se situó en el 18,33 %, frente al 14,17 % de los hombres en el mismo periodo. Si analizamos los datos teniendo en cuenta la variable de su origen, observamos que las diferencias son todavía mayores, ya que en el caso de las mujeres de origen extranjero, la tasa de desempleo alcanza el 31,02 %, frente al 16,18 % de las mujeres españolas, llegando a una diferencia de hasta veinte puntos en relación al género masculino.

No solo la tasa de desempleo refleja las desigualdades todavía existentes. La representación de la mujer en sectores profesionales altamente feminizados como el sector servicios (limpieza, cuidado de personas dependientes, comercio…) continúa liderando la ocupación de las mujeres de origen extranjero (52,46 %) frente a otros sectores en los que los varones las superan en más de un 67 %1

La alta parcialidad en los contratos es otro de los elementos que hacen evidentes estas diferencias. La mujer acapara el 77 % de los contratos a tiempo parcial frente al 22 % de los hombres y, según el Informe del Mercado de Trabajo de los extranjeros 2020, entre los varones extranjeros, un 81,92 % de los contratos fueron a jornada completa, en comparación con el 58,01 % de las mujeres.

Las empresas pueden contribuir en la reducción de estas desigualdades

Algunas acciones que pueden ayudar en este objetivo son:

  • Promover entornos de trabajo que favorezcan la inclusión laboral de las mujeres de origen extranjero, a través de medidas que faciliten el acceso y promoción en igualdad de condiciones.
  • Establecer medidas de discriminación positiva en la contratación de mujeres en determinados sectores profesionales en las que están subrepresentadas.
  • Reconocer su formación y experiencia en origen, poniendo en valor sus competencias y capacidades.
  • Integrar políticas de conciliación familiar y flexibilización laboral que tengan en cuenta las diferentes situaciones de las personas, y, en concreto, la de muchas mujeres migrantes.

Una gestión responsable de la diversidad, que contemple las variables de género y cultural, contribuye a la consecución del ODS 5-Igualdad de género y favorece la integración laboral de las mujeres inmigrantes en condiciones de igualdad, a la vez que permite a las empresas nutrirse de todo ese talento femenino. A través de DIVEM asesoramos y orientamos a las empresas a lograr estos objetivos, mediante una responsabilidad social responsable y con el objetivo puesto en un futuro más equitativo, igualitario y próspero para toda la sociedad.

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