¿Por qué es importante hablar de diversidad cultural en las empresas?

En España, actualmente contamos con una población de 47.615.034 habitantes, de los cuales 5.579.947 personas son extranjeras (el 11,7 % de la población total), según los últimos datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística este año. Si bien esta cifra experimentó un descenso a raíz de la pandemia de la covid-19 durante 2021, en los últimos meses ha vuelto a crecer, retomando la tendencia previa. Es interesante tener en cuenta también a la población nacionalizada o descendiente de inmigrante, que muchas veces son percibidos por la sociedad como “extranjeros” aunque realmente no formen parte de este grupo sociodemográfico.

Esta realidad demuestra que vivimos en una sociedad culturalmente diversa y, en un mundo globalizado, las empresas no pueden mantenerse al margen de su propio entorno. Un entorno en el que conviven todas estas personas que traen consigo su propio bagaje cultural, de experiencias y competencias. Esas diferencias enriquecen a los grupos y a las sociedades de las que forman parte, aportando nuevas formas de aprendizaje y nuevas perspectivas que permiten superar las dificultades y abordar las oportunidades desde otros puntos de vista.

Todo este enfoque es extrapolable al mundo de la empresa, en el que abrazar e integrar esta diversidad permite dar respuesta a los diferentes retos en estos tiempos líquidos, globales y de grandes cambios. Así, la integración de diferentes miradas, perspectivas y formas de interpretar el mundo favorece la creatividad y la innovación en la toma de decisiones, la apertura a nuevos mercados y clientes, mayor competitividad, aumenta el sentimiento de pertenencia de los trabajadores, atrae y retiene el talento y mejora la imagen de marca y reputación de la empresa. De esta manera, en los últimos años la diversidad ha pasado a ser una cuestión estratégica para las empresas, más allá de como cuestión ética y de derechos humanos.

Varios estudios, como el realizado por la consultora internacional McKinsey, titulado Diversity Wins, demuestran que aquellas empresas que cuentan en sus plantillas con mayor diversidad cultural y étnica tienen más probabilidades de obtener rendimientos financieros por encima de la media y que las empresas que tienen una mayor diversidad cultural en su fuerza laboral están asociadas a mayores niveles de venta, mayor número de clientes, mayor participación de mercado y un nivel mayor de rentabilidad.

El auge de las estrategias empresariales de diversidad e inclusión son buena muestra de esta tendencia en la que, para ser realmente efectivas, deben permear a toda la organización de una forma transversal. Es de esta manera como se obtendrá su verdadero impacto, generando un mayor compromiso de los empleados, una mayor innovación, mayor competitividad y, en definitiva, mejores resultados.

En DIVEM orientamos a las empresas para realizar una gestión eficiente y responsable de la diversidad cultural y las acompañamos para poner en marcha acciones orientadas a cumplir con una responsabilidad social alineada con la demanda actual de la sociedad, la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

¡Únete a las #EmpresasQueSuman con DIVEM!