“La diversidad cultural es enriquecedora para las personas extranjeras trabajadoras y valiosísima para las empresas”

Con las personas refugiadas y migrantes llega a nuestro país un flujo de talento y, con frecuencia, una valiosa experiencia académica, profesional y vital. Para las empresas que apuestan por la inclusión y la gestión responsable de la diversidad cultural, ésta resulta un factor de oportunidad con beneficios positivos contrastados, entre los que podemos destacar el incremento de la rentabilidad, un mayor atractivo para atraer talento y una valoración positiva de los mercados y de los grupos de interés.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados por las administraciones públicas, del creciente compromiso del sector privado, las instituciones sociales y de la sociedad en general, aún nos queda un camino por recorrer en este viaje hacia la inclusión laboral y la equidad.

A los problemas estructurales del mercado laboral –como la sobrecualificación de muchas personas trabajadoras, las desigualdades de género o la feminización de determinadas ocupaciones– se suman diversas barreras que generan desequilibrios e desigualdades que afectan a las personas migrantes, y de forma particular a las mujeres migrantes (las dificultades para la de homologación de títulos, la presencia de prejuicios raciales y de género, las barreras culturales e idiomáticas, o la carencia de experiencia, redes sociales o referentes en el mercado laboral local…).

Francesca es una mujer venezolana que llegó a España en 2018 como solicitante de protección internacional, por motivos de persecución política. Esta ingeniera es uno de los cada vez más numerosos ejemplos de éxito y de buenas prácticas en cuanto al cambio de estos patrones hacia una sociedad más abierta, inclusiva y comprometida con la diversidad cultural.

Francesca, llegaste con una sólida carrera profesional y académica para comenzar de cero, ¿Cómo fue tu entrada en el mercado laboral? ¿Cuáles fueron tus primeros pasos?

Antes de decidir postularme a oferta laborales relacionadas con mi carrera profesional, me aseguré en conocer e integrarme a las oficinas de empleo, mantenía contacto con una buena orientadora laboral que por suerte me fue asignada en el Sef, me apunté en programas que daban formación y orientación para elaborar el currículum y para adaptar mi perfil a las ofertas. En resumen, mi actitud fue adaptarme completamente y explotar los recursos que ofrece el Estado para que las personas consigan empleo. El secreto fue tomarme en serio esa etapa de integración.

Tu determinación y esfuerzo te han permitido orientar tu carrera hacia tu campo de expertise, algo que parece contrastar con la experiencia de la mayoría de personas migrantes cualificadas. ¿Qué factores crees que han contribuido a este éxito? ¿Existe alguna especificidad en tu sector que te haya favorecido en este aspecto?

El primer factor fue la adaptabilidad, es común que traemos desde nuestros países una formación integral y completa en un área. Sin embargo, cuando llegamos a España debemos descubrir cómo se hacen las cosas aquí, como es el nombre del área y el alcance de actividades que desarrolla ese perfil profesional. Entonces, con un poco de creatividad, reformularse en el cómo hacer las cosas sin avasallar el estilo aquí en España.

Ciertamente, el sector profesional donde trabajo es específico, sin duda eso ha sido de ayuda. Sin embargo, para resultar seleccionada y permanecer en el puesto la clave ha sido la adaptabilidad, la flexibilidad al cambio y definitivamente el plus es creatividad, prudencia y buena actitud en el equipo de trabajo.

Finalmente, más allá de la experiencia académica y profesional. ¿Crees que la diversidad cultural y la experiencia vital como migrante pueden suponer un aporte de valor para las empresas? ¿En qué sentido?

Sí, la diversidad cultural es enriquecedora para la persona extranjera trabajadora y, con toda seguridad, valiosísima para las empresas y el equipo de trabajo. Incluir a alguien de origen extranjero en la plantilla representa una apertura y dinamismo que es muy importante en las organizaciones, tanto para su gente como para la estructura empresarial.

Desde DIVEM asesoramos y acompañamos a las empresas para que incorporen la diversidad cultural como un factor de valor y alineen su estrategia de negocio con los ODS. ¡Únete a DIVEM y entra a formar parte de las #EmpresasQueSuman!