La diversidad cultural importa

La reciente y todavía presente crisis sanitaria vivida con la covid-19 es un ejemplo de cómo multitud de empresas se han posicionado, de forma casi inmediata, a la hora de escuchar y dar respuesta a las demandas de la sociedad y sus grupos de interés. Acciones que han puesto de manifiesto el papel de las empresas a la hora ser una parte activa en la resolución de los problemas sociales, convirtiéndose, con su aportación y acciones, en agentes clave en la solución de los diferentes retos a los que como sociedad nos enfrentamos.

Cada vez más vemos como las empresas están reaccionando rápidamente a las demandas y exigencias sociales de la comunidad en la que operan. Saben que con sus acciones están en el punto de mira de los consumidores, los cuales son cada vez más exigentes con los productos que compran y los valores con los que se identifica la marca. El papel de las empresas, a la hora de responder a las demandas de sus diferentes grupos de interés, es clave para su sostenibilidad. El futuro de las empresas no pasa solo por generar beneficios económicos, sino también por la creación de un impacto social positivo en la sociedad en la que se integran.

Una muestra de ello la podemos ver en las recientes reivindicaciones sociales entorno al movimiento antirracista #BlackLivesMatter. Estas manifestaciones están siendo un ejemplo clave de cómo muchas empresas están reaccionando rápidamente en apoyo a dichas protestas poniendo el foco en la creación de acciones específicas que visibilicen su rechazo por cualquier comportamiento discriminatorio o conducta de carácter racista o xenófoba y que muestren su compromiso por la igualdad de oportunidades y la no discriminación.

Grandes empresas como Adidas, Nike, Amazon, L’Oreal o incluso Zara son algunos de los ejemplos que, a raíz de estas protestas, han manifestado su compromiso por la inclusión, la igualdad de derechos y la no discriminación asumiendo un papel activo a la hora de construir sociedades más justas y cohesionadas.

Movimientos sociales como el #BlackLivesMatter, originado en EEUU pero con repercusión en todo el mundo, ponen en el punto de mira la necesidad de que las empresas sean sensibles a las demandas sociales y se posicionen con su ejemplo y trabajo, como referentes a la hora de romper prejuicios y estereotipos por razón de origen. Aquellas empresas que no sean capaces de escuchar o actuar dando respuesta a las demandas de sus grupos de interés serán empresas abocadas a desaparecer

Una gestión responsable de la diversidad cultural en el entorno empresarial se convierte en el aliado perfecto de las empresas a la hora de impulsar políticas de RSE que apuesten por la creación de valor compartido e integren las demandas y exigencias de la sociedad como parte de su estrategia empresarial. De esta manera contribuirán, con su papel, en la construcción de una sociedad más justa, igualitaria y cohesionada y en la reducción de las desigualdades actuando como agentes de cambio que dan respuesta a uno de los grandes retos que tenemos como sociedad: la igualdad de derechos y no discriminación que todavía hoy está presente.

A través de la iniciativa DIVEM asesoramos y formamos a las empresas sobre el valor estratégico de la diversidad cultural, promoviendo un modelo empresarial plenamente convencido de la igualdad de trato y la no discriminación.