La reducción de las desigualdades desde la gestión de la diversidad

El pasado 24 de septiembre el Instituto Nacional de Estadística publicó los resultados de la Encuesta de Estructura Salarial correspondientes al año 2018. Los datos que se arrojan en esta encuesta proporcionan, además de información de los salarios medios en España por sectores profesionales, la distribución de los mismos y las desigualdades existentes en la población atendiendo a variables como género, nacionalidad o sector profesional.

Las cifras publicadas confirman aspectos vinculados a las todavía existentes desigualdades de género en el mercado laboral, tales como la brecha salarial entre hombres y mujeres –que se sitúa en un 11,3 %–, así como la mayor parcialidad de los contratos de las mujeres con respecto a los hombres, sobre todo en aquellos niveles salariales más bajos.

El análisis de los datos, desde una perspectiva cultural, pone en evidencia las todavía desigualdades existentes entre la población nacional y extranjera, la cual está representada en los sectores que, según el informe, tuvieron unos salarios medios inferiores al promedio nacional. Tal es el caso de las ocupaciones elementales (-36,8 %) y los Trabajadores de los servicios de restauración, personales, protección y vendedores (-29,0 %), siendo la hostelería la actividad económica con salarios más bajos.

El informe confirma también la brecha salarial existente entre la población nacional y extranjera, la cual alcanza el 12,5 % para los/as trabajadores/as de la Unión Europea, mientras que en el resto de nacionalidades llega hasta el 30 %. Estas diferencias salariales, en el caso de la mujer de origen extranjero, aumentan hasta un 33% en el caso de mujeres no pertenecientes a la UE y hasta un 50 % en el caso de las mujeres africanas o de América Latina.

Acontecimientos como la crisis sanitaria por la covid-19 pueden hacer que estas desigualdades se perpetúen, acrecentándose todavía más la situación de desigualdad y vulnerabilidad de las personas migrantes, y, sobre todo, teniendo la gran presencia de las personas migrantes en sectores altamente afectados durante la pandemia, como es el caso de la hostelería, en donde la destrucción de empleo ha sido mayor que en otras actividades.

A través del desarrollo y puesta en marcha de planes de gestión de la diversidad cultural, las empresas pueden poner en marcha acciones y medidas que ayuden a corregir y paliar estas desigualdades. Por ejemplo, pueden llevar a cabo procesos de selección en los que no se tenga en cuenta el origen de las personas, valorando la experiencia laboral y formativa en los países de origen, desarrollando programas de capacitación que adapten las competencias de las personas migrantes al contexto español, favoreciendo la promoción y desarrollo de las personas migrantes a puestos de mayor responsabilidad dentro de la empresa… Este tipo de medidas favorecerán la reducción de las desigualdades promoviendo la inclusión social de las personas inmigrantes.


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