Estudio. La mujer inmigrante en el servicio doméstico. Análisis de la situación laboral impacto de los cambios normativos.
VVAAA. Asociación AD Los Molinos (2017)
En el mundo hay 3.73 mil millones de mujeres [1]. Solo en España, viven casi 24 millones (un 51% de la población) [2]. Sin embargo, tanto por cuestiones sociales como culturales, las mujeres suelen tener más dificultades a la hora de acceder al mundo laboral, presentando una cifra de paro por encima del desempleo entre hombres.
Esta brecha de género se agrava en los casos de cargas familiares, cuando la mujer tiene más de 45 años o en mujeres pertenecientes a minorías culturales o étnicas en España. Las mujeres de origen extranjero sufren diferentes situaciones de discriminación: por el hecho de ser mujer y extranjera tienen más dificultades y corren un mayor riesgo de quedar excluidas del ámbito laboral. Esta discriminación interseccional se va haciendo más compleja si coinciden otras realidades diversas como diversidad funcional, orientación sexual, pobreza, etc.
En España un 12% de las mujeres que están actualmente trabajando son extranjeras. La tasa de paro entre mujeres españolas es del 15%, sin embargo, el desempleo entre mujeres extranjeras afecta a un 23%, siendo las mujeres procedentes de países africanos las que tienen la tasa más alta de paro, con un 46% [3].
Cuando hablamos de mujeres extranjeras con estudios universitarios o similares, se produce una clara situación de desigualdad. Teniendo estudios superiores, un 43% de las mujeres que vienen de países europeos fuera de la UE, un 45% de las mujeres procedentes de países africanos y un 31% de las procedentes de países latinoamericanos, trabajan en puestos donde no se requiere ninguna cualificación [4]. Estos datos nos confirman la precariedad laboral existente y la dificultad de acceso a un puesto de trabajo acorde con su formación y experiencia para este perfil de personas.
El género, junto con las condiciones de vulnerabilidad social, laboral y doméstica son algunos de los factores clave en la desigualdad que sufren las mujeres extranjeras. Esto provoca una sobrecualificación profesional de muchas trabajadoras y una pérdida de potenciales talentos y experiencias profesionales para las empresas.
Desde DIVEM orientamos y acompañamos a las empresas para que puedan beneficiarse y poner en valor todo el talento diverso y la riqueza que ofrece la diversidad cultural en el ámbito empresarial.
[1] Banco Mundial, datos 2017
[2] Datos INE, Estadística del Padrón Continuo, datos provisionales 01/01/2019, publicado 11/04/2019
[3] Datos EPA trimestre 4/2018 Publicado: 29/01/2019, fuente: elaboración propia
[4] Datos EPA trimestre 4/2018 Publicado: 29/01/2019, fuente: elaboración propia
Ser mujer y extranjera es una combinación que provoca dificultades de acceso al empleo y diversas discriminaciones en el ámbito laboral. A las situaciones propias que enfrentan todas las personas, las mujeres extranjeras suelen sumar una serie de cargas que dificultan su acceso al mundo laboral: precariedad laboral, desconocimiento del idioma, dificultades de homologación y convalidación de estudios, infravaloración de las capacidades y experiencia, dificultades de conciliación con la vida personal o situaciones de explotación laboral suelen ser algunas de ellas.
Según los datos de la EPA del último año, casi el 43% de las mujeres extranjeras con estudios superiores (Universitarios y equivalentes) procedentes de países europeos fuera de la UE, trabajaban en puestos sin ninguna cualificación (principalmente, en el sector servicios y en la agricultura/ganadería). Esta cifra llegaba casi a un 29% si hablábamos de mujeres latinoamericanas con estudios superiores.
Trabajadoras con un potencial formativo y cultural muy amplio y talentos desaprovechados. Las empresas están perdiendo una oportunidad de desarrollo y crecimiento muy grande que no están sabiendo aprovechar. Mujeres con estudios universitarios y alta cualificación están realizando actividades para las que están sobrevaloradas, porque el mercado no les abre las puertas ni les permite poder acceder al mismo. La gestión de la diversidad es una herramienta que orienta a las empresas acerca de cómo poner en valor y beneficiarse de todo este talento.