Mujer, migrante y mayor: cuando la discriminación interseccional cierra las puertas al talento

Ligia, venezolana de 57 años, es una médico pediatra, especialista en neonatología, con un master en administración hospitalaria y más de 30 años de experiencia profesional. Una formación y experiencia que le permitieron ser Jefa de Servicio de la Unidad de Neonatología del Hospital Materno Infantil en Chile, su país natal.

“El mejor gerente es el que aprovecha las habilidades de cada persona, que lo ubica. que lo sabe ubicar para sacarle el mejor provecho. Ese es el mejor gerente. Y para eso, tiene que meterse en los zapatos de aquella persona. Para las empresas lo más importante son las relaciones interpersonales”.
Ligia

Ligia, ¿qué te llevó a elegir a España como destino?

Yo tenía todos mis documentos preparados para Chile, me faltaba la visa chilena que me llegó justamente el día que me embarqué para acá. Me vine para acá debido a que aquí tenía un familiar. Aquí me dijeron que se necesitaban pediatras, que eran muy necesarios. Es más, no los hay. Y yo dije: “¡Allá voy! A poder trabajar. A poder ayudar a mis hijos a seguir adelante con sus estudios y todo eso. Y, bueno, aquí estoy esperando dos años y medio. Tratando de sobrevivir como puedo. Acá vine con muchas ilusiones, con muchas expectativas [..] Pero, realmente, ahora estoy viviendo que se nos cierran todas las puertas, que la homologación nunca llega…”.

¿Cuál ha sido tu experiencia laboral desde que llegaste?

Después de dos años y cinco meses aquí te puedo decir que no hay muchas opciones. Para personas cualificadas, no hay muchas opciones. Ser cuidadora. Y ni siquiera ser cuidadora de niños. Y me ha costado incluso que me quieran hacer un contrato. Lo que he encontrado son trabajos informales. Yo vengo únicamente a vivir, pero estoy sobreviviendo.

¿Cuáles son tus expectativas laborales a día de hoy?

Primero, no perder mi perspectiva de poder ejercer como médico, ese es mi plan “A”. Ejercer como médico, como pediatra. Ser médico y trabajar con mis niños. Pero ante la alternativa que sigo esperando dos años y cinco meses y además de eso se me está pasando la vida. Estoy buscando un plan “B”. ¿Cuál es el plan “B”?¿ Yo conozco mis habilidades y quiero llevar todas estas habilidades a algo que se parezca a lo que yo hago. Voy a buscar una formación en competencias para niños discapacitados, para niños con autismo.

El de Ligia es un ejemplo paradigmático de lo que se denomina discriminación interseccional: la confluencia de categorías de exclusión –edad, género, origen…– que agravan las situaciones de vulnerabilidad de las personas al acumular desventajas que empobrecen sus condiciones de vida y sus posibilidades de futuro. Para las empresas y la sociedad, las barreras les privan de valiosos conocimientos y experiencia. Según la Organización Médica Colegial y el Ministerio de Sanidad, la pediatría está entre las especialidades médicas que presentan mayor déficit de profesionales.

Desde DIVEM ayudamos a las empresas a derribar esas barreras y apostar por el talento, poniendo el foco en las personas, sus conocimientos y experiencias. Para que la diversidad cultural, la edad y el género sean activos de presente y de futuro.