¿Reconocemos el talento que recibimos?

La situación excepcional que estamos padeciendo a causa de la alerta sanitaria del COVID-19 ha puesto de manifiesto la falta de personal sanitario en nuestro país. Por esta razón, el Gobierno ha  impulsado la contratación de 200 profesionales sanitarios extracomunitarios residentes en España.

Para muchos profesionales que llevaban años esperando la homologación de su título, esta medida de emergencia, supone la posibilidad de ejercer como sanitario en su país de acogida viéndose, por fin,  reconocido su talento y su valía profesional.

Son muchas las trabas que las personas inmigrantes que llegan a nuestro país se encuentran a la hora de iniciar los trámites que permiten homologar su título. Los procesos de homologación son lentos –casi dos años– , complejos y no todos/as, por sus costes –traducción, tasas…–, pueden permitirse iniciarlos al llegar a España.

Esta situación debería hacernos replantear la búsqueda de mecanismos que permitan agilizar los trámites de los procesos de homologación con el fin de que los/as diferentes profesionales que llegan a nuestro país puedan ejercer su profesión y no se vean obligados/as a reciclarse profesionalmente o tener que desempeñar profesiones muy por debajo de sus capacidades y cualificación profesional, lo que implica,  a su vez,  un desaprovechamiento del talento que recibimos.

Iniciativas europeas para aprovechar el talento


Documentary on the Project “European Qualifications Passport for Refugees”Council of Europe OP Services.

Una de las posibles vías en la que se está trabajando a nivel comunitario es el llamado Pasaporte Europeo de Cualificaciones para Refugiados/as. Se trata de una iniciativa que comenzó como experiencia piloto en Grecia en 2017. A través de esa primera experiencia se llegaron a emitir 73 de estos pasaportes para personas refugiadas. Ahora, el Consejo de Europa quiere acabar de impulsar esta iniciativa con la participación de diferentes países europeos. Esta vía permitiría acreditar, de forma mucho más ágil,  la formación, experiencia y el dominio del idioma de los/las refugiados/as, tras evaluar la documentación disponible mediante un examen  y la realización de una entrevista.

Agilizar este tipo de procesos no solo beneficia al colectivo inmigrante sino que también permite, a la sociedad de acogida, nutrirse de todo este talento y experiencia profesional que aporta en ámbitos tan demandados como en este caso, la sanidad o muchos otros en los que contar con su aportación resulta beneficioso para todos/as.


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