Saber comunicar buenas prácticas, puerta de entrada a nuevos valores añadidos y beneficios para tu empresa

Construir un mundo mejor, más justo e igualitario es responsabilidad todas las personas pero también de las empresas, que no solo deben generar riqueza económica, sino también una riqueza más humana y sostenible que se base en la transparencia, en las buenas prácticas y en la ética.

Las empresas socialmente responsables son aquellas que aportan un valor a la sociedad, más allá del beneficio económico, y que fomentan entornos de trabajo inclusivos, en los que no quepa ninguna forma de discriminación por razón de género, origen, edad o cultura y en los que las diferencias individuales son abrazadas y potenciadas con el fin de extraer el máximo beneficio de esa diversidad y contribuyendo, a su vez, a través de sus prácticas responsables, al desarrollo económico y social de las sociedades en las que opera.

Apostar por acciones y medidas que favorezcan una gestión responsable de la diversidad de la plantilla genera una serie de beneficios como, por ejemplo:

  • Una mejora en la capacidad de contratación y permanencia del personal, ya que atrae talento hacia la empresa y al mismo tiempo hace que el personal se sienta estimulado a mantener su puesto de trabajo y valorar su empleo.
  • Mayor satisfacción y lealtad de los grupos de interés, que se sienten identificados con los valores de la empresa. Los clientes sienten afinidad por aquellas empresas que cuidan y valoran a su personal y que colaboran, participan o favorecen el desarrollo de acciones sociales.
  • Mejora la reputación corporativa y la imagen de marca. Llevar a cabo una comunicación transparente respecto a las iniciativas de responsabilidad social refuerza positivamente la imagen de la empresa y la posiciona con causas y valores positivos ante los distintos públicos.

Si la empresa es creíble en sus acciones, generará una reputación que le garantizará una mayor sostenibilidad.

En este punto es importante comunicar y ser transparente con estas acciones e iniciativas de la empresa, ya no solo a nivel interno sino también a sus grupos de interés. Las prácticas de responsabilidad social generan un valor añadido a los procesos de la empresa, la cual puede valerse de ese potencial diferenciador para sus estrategias de desarrollo e innovación. Si la empresa es respetuosa con las personas y es creíble en sus acciones, se ganará una reputación que le garantizará mayor sostenibilidad. Además, el apoyo a acciones sociales y causas humanitarias le aportará una mayor visibilidad y un reconocimiento por parte de todos sus grupos de interés.

Desde DIVEM, apostamos por un modelo de empresas que apuestan no solo por su propio beneficio económico, sino también por que su actividad sea sostenible y genere un impacto social positivo. Por ello, damos apoyo a las empresas a mejorar la visibilidad de sus acciones sociales orientadas a una gestión responsable de la diversidad cultural en su plantilla. ¡Te invitamos a descubrir las experiencias de las empresas que ya forman parte de las #EmpresasQueSuman!

Entra a formar parte de las empresas socialmente responsables con DIVEM