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El talento perdido de las mujeres extranjeras en España

Según los últimos datos, poco más de la mitad de la población española -concretamente unos 21 millones de personas, un 51% según los últimos datos del INE- son mujeres. Estos datos se mantienen bastante parecidos cuando, dentro de la pluralidad y diversidad existente, hablamos de personas extranjeras (que corresponderían aproximadamente a un 11% sobre el total). Prácticamente hay el mismo número de hombres y mujeres.

Sin embargo, esta paridad no se cumple cuando nos referimos al acceso y permanencia en el empleo, ni cuando hablamos de los perfiles profesionales ni sectores de trabajo.  Tal y como venimos analizando desde DIVEM, la brecha de género existente en el ámbito profesional y laboral se agrava cuando hablamos de mujeres extranjeras en nuestro país.

Los datos y estudios nos confirman la desigualdad que percibimos en el día a día: que las mujeres de origen extranjero sufren diferentes situaciones de discriminación, ya que por el hecho de ser mujer y extranjera tienen más dificultades y corren un mayor riesgo de quedar excluidas del ámbito laboral.

Más allá del perjuicio social que esto supone, esta discriminación interseccional lo que provoca es una pérdida de talento para las empresas, que están desaprovechando el potencial que estas mujeres pueden aportar a sus negocios y proyectos empresariales. Cuando analizamos los datos de la EPA vemos que, si hablamos de mujeres con estudios universitarios o superiores, pesa más el origen que el nivel formativo, y que un 45% de las mujeres procedentes de países africanos que tienen estudios superiores, están trabajando en empleos elementales. Si hablamos de mujeres latinoamericanas en esta situación, suponen un 31%, y si son extracomunitarias un 43%.

¿Somos conscientes de esta sobre cualificación? ¿Por qué no aprovechan esta formación y experiencia profesional las empresas?

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