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Y a ti, ¿qué te motiva?

Un reciente estudio demuestra que las empresas que tienen un propósito más allá de ganar dinero, son las preferidas para trabajar por los empleados  y empleadas, además de que generan a la empresa un aumento del crecimiento y del beneficio. Este propósito o finalidad podríamos definirlo como su razón de ser, aquello que motiva a la empresa por encima de la ganancia económica.

Según el estudio global Purpose at Work realizado a 26.151 miembros de Linkedin de 40 países diferentes, el 58% de las organizaciones que tenían un propósito que estaba articulado de manera clara y entendible crecieron más de un 10% en los últimos 3 años. Por el contrario, un 42% de aquellas que no lo tenían crecieron de manera negativa.

Lo interesante del estudio es que refleja que tener una finalidad que no sea económica y gestionar el talento son aspectos que tienen una relación directa en el crecimiento y beneficio de la empresa. Por ejemplo, en la misma encuesta se recogía que un 73% de los empleados que estaban orientados a un propósito en su trabajo diario estaban satisfechos con su trabajo, frente a un 64% que no.

¿Cómo puede beneficarse de esto una empresa? En primer lugar, aprovechando el potencial talento de recursos humanos disponibles, tanto en los trabajadores ya concienciados con el propósito de la empresa como con los nuevos talentos que puedan estar interesados. A la hora de seleccionar al personal, la empresa que tiene una finalidad más allá de enriquecerse plantea la siguiente pregunta: Y al trabajador, ¿qué le motiva para trabajar aquí?

Respondiendo esta simple interpelación se favorece la retención de personal con talento y cualificado, motivado por trabajar en la empresa más allá del beneficio económico que ello le pueda suponer, a la vez que la empresa se centra en gestionar esa diversidad cultural o étnica como un aspecto importante para su estrategia empresarial.

Los países pioneros en el desarrollo de la idea de “empresas con propósito” son todos europeos: Suecia, Alemania, Países Bajos, Bélgica y Polonia, y la media a nivel global se encuentra en un 37%. ¿Qué perfiles profesionales son los más interesados o receptivos a este enfoque? En principio cualquier empresa puede estar orientada a un objetivo no económico, pero sobre todo es más frecuente en los puestos de trabajo vinculados a servicios a la comunidad, emprendedores, la educación, servicios sanitarios o investigación, es decir: puestos de trabajo vocacionales, donde las personas que se dedican a ello buscan algo más que la ganancia económica.

Cuando una empresa define ese propósito más allá del enriquecimiento, y lo comparte con los trabajadores y trabajadoras ya está involucrándolos en el mismo objetivo, beneficiando a la empresa. Los empleados y empleadas que están más satisfechos y se sienten completos son mejores creadores, producen más y tienen tendencia a permanecer más tiempo.

Las empresas con finalidades que benefician a su entorno, a la sociedad, a los propios empleados y empleadas… están abiertas a cambios, a nuevas oportunidades, y ven en la gestión de la diversidad un aspecto necesario. El futuro de las empresas pasa por atraer, retener el talento y potenciar una nueva generación de trabajadores y trabajadoras.