Día Mundial de la Cultura Africana y Afrodescendiente, una oportunidad para poner en valor la diversidad en las empresas

En el marco del Decenio Internacional para los Afrodescendientes (2015-2024), la UNESCO adoptó en 2019 el 24 de enero como el Día Mundial de la Cultural Africana y de las personas Afrodescendientes. Con esta conmemoración se busca visibilizar y celebrar la gran contribución de este continente al patrimonio cultural de la humanidad, así como promover su inclusión y participación plena y equitativa en la sociedad y en las empresas.

Pero, ¿de qué hablamos cuando hablamos de cultura africana y afrodescendiente? En realidad, nos referimos a todas las culturas, pueblos y lenguas que proceden del continente africano y que tienen una línea histórica común de diásporas, colonialismo, conflictos y riqueza. A pesar de las más de mil lenguas que se hablan en el continente, sobre todo en el África subsahariana, se comparten una significativa cantidad de pautas culturales, entendidas estas como valores, normas, creencias y comportamientos.

Cada persona con la que interactuamos en el entorno laboral ha sido moldeada por la herencia social, las creencias y comportamientos que imperan en su entorno inmediato. A modo de ejemplo, si una persona de Guatemala, una de Alemania y otra de Senegal comparten oficina sin que la empresa hayan tenido en cuenta las diferencias culturales en términos de gestión de la diversidad cultural, la promoción de la interculturalidad desde la sensibilización, la formación las personas en puestos de liderazgo y de la plantilla en general en esta materia… es probable que desde el principio surjan desencuentros, pues los códigos culturales entendidos desde cómo percibimos el tono de voz, el espacio personal, la puntualidad, o la gestión de riesgos, nos hacen relacionarnos con el entorno de manera muy diferente.

La cultura africana es fundamentalmente rural, lo que es significativo para comprender la lealtad a la familia, al clan o al grupo étnico, lo que implica cooperación, consenso, generosidad y plena disposición a compartir lo mucho o poco que tengan cuando se reconocen en la otra persona. Es una cultura de hospitalidad, pero si algo hay que destacar es el concepto de comunidad. También es cierto que un hecho cultural diferencial es el sentido del tiempo. Es una cultural donde esperar no supone ningún problema, las personas apresuradas o estresadas son vistas con cierta desconfianza. Al igual que pasa con el concepto de tiempo, el concepto de negociación difiere sustancialmente; ir al grano se considera rudo y engañoso.

Con DIVEM ponemos a disposición de las empresas diferentes formaciones y sensibilizaciones con las que promover un acercamiento al reconocimiento de la interculturalidad como elemento de valor, por ejemplo, con la formación “Códigos culturales y comunicación en la diversidad”, contenida en nuestro catálogo de actividades formativas y desde la que afianzamos los puentes al entendimiento y reconocimiento del “otro/a”.

Desde DIVEM acompañamos a las empresas en la generación de espacios interculturales e inclusivos, que fomenten el diálogo y el encuentro, y que faciliten el acceso al mercado laboral de las personas africanas y afrodescendientes, a través de acciones y estrategias que favorezcan el pleno desarrollo de su potencial, afianzando el valor de la diversidad como eje estratégico de desarrollo e innovación en la gestión del talento.

¡Súmate al valor de la diversidad cultural con DIVEM!

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