La gestión de la diversidad cultural, aspecto esencial para un auténtico liderazgo colectivo de las empresas

Para Naciones Unidas, el liderazgo debe ser la palanca para acelerar el cumplimiento de la Agenda 2030. Líderes que contemplen nuevos objetivos más allá de la mera visión empresarial, que influyan en la integración de los ODS en las organizaciones de forma transversal y ayuden a generar impactos positivos para la sociedad en todo su conjunto. Los líderes empresariales deben influir no solo sobre su organización, sino también sobre la comunidad empresarial y la sociedad, convirtiéndose en actores clave que promuevan la transformación social que la Agenda 2030 necesita y la sociedad demanda.

Con el objetivo de seguir promoviendo un desarrollo empresarial sostenible y responsable, alineado con la Agenda 2030, el Pacto Mundial ha publicado el informe ODS Año 5: el liderazgo colectivo en la Agenda 2030, en el que destaca la necesidad de una nueva generación de líderes empresariales que ayuden a implementar un liderazgo colectivo del conjunto de la empresa y en consonancia con los ODS. Líderes que acojan a todas las personas sin distinción de origen, nacionalidad, género u orientación sexual, generando entornos de trabajo inclusivos y con una gestión adecuada de la diversidad cultural que ponga en valor la singularidad de cada una de las personas que forman parte de la organización.

Para abordar esta manera de entender el liderazgo es necesario remarcar su carácter inclusivo y con capacidad de gestionar e integrar adecuadamente la diversidad cultural, generando de esta forma una verdadera cultura de trabajo inclusiva dentro de las organizaciones. Así, la suma de todos los liderazgos individuales y en equipo que se produzcan en las empresas, con toda su diversidad de perspectivas y contribuciones, dará como resultado un liderazgo colectivo que contribuirá a impulsar la sostenibilidad a largo plazo de la empresa.

Poner en marcha este tipo de liderazgo requiere una serie de competencias necesarias para llevarlo a cabo, entre las que se encuentran:

  • Compromiso con la diversidad y la inclusión en su más amplio sentido.
  • Conocimientos de sesgos inconscientes para que no haya decisiones equivocadas, injustas e irracionales.
  • Coraje: son líderes que deben convertirse en agentes de cambio.
  • Colaborativos: tienen la capacidad de empoderar a su equipo para conectar con otros aprovechando la diversidad.

En este sentido, cabe destacar la importancia de la formación en ODS y en liderazgo inclusivo. Para ello, a través del proyecto DIVEM ofrecemos un catálogo de formaciones, herramientas, y servicios de asesoramiento y orientación para lograr una adecuada gestión de la diversidad cultural que ayude a las empresas a emprender el camino hacia este liderazgo inclusivo y poder beneficiarse tanto ellas como toda la sociedad en su conjunto.

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