Retos a futuro: La diversidad cultural, el camino hacia el éxito empresarial

El futuro está en crear empresas globales, esto implica ser capaz de pensar, actuar, evaluar cómo se haría en otras culturas. Para ello debemos implementar estrategias y políticas que fomenten y normalicen la diversidad cultural.

La gestión de la diversidad cultural facilita la entrada a nuevos mercados y ofrece nuevas posibilidades de crecimiento para las empresas. Contar con personas de diferente cultura y origen simplifica los procesos de internacionalización y la capacidad de adaptación a la cultura de destino. Esto a su vez repercute en una mejor imagen corporativa porque se consolidan las buenas prácticas en gestión de recursos humanos no discriminatorias, mejorando la reputación corporativa.

Teniendo en cuenta la necesidad de gestionar la diversidad cultural en las empresas, sabiendo que esta multiculturalidad genera beneficios, deberíamos tener en cuenta:

  • Una cultura de respeto a la diversidad: Es necesario empezar con un fuerte liderazgo, compartiendo la visión de futuro con nuestros stakeholders.
  • Selección basada en criterios objetivos: Para evitar caer en posibles prácticas discriminatorias en la selección o la promoción de personal, es necesario que estas se basen en criterios objetivos. Como el CV ciego.
  • Fomentar la integración de la diversidad: Los equipos de trabajo deben reflejar la diversidad con que cuenta la compañía. Poder trabajar con personas que tienen diferentes visiones y experiencias permitirá a los colaboradores expandir sus horizontes y comprender la riqueza que esconde la diversidad.

El éxito en la aplicación de estos tres principios para lograr una verdadera cultura que gestione la diversidad implica fomentar una actitud de apertura que facilite apreciar nuevas perspectivas. La diversidad cultural es una realidad que está transformando la forma de trabajar y de gestionar las personas de cualquier organización. Las empresas deben integrar e incluir esta diversidad para contar con el talento y las competencias necesarios para enfrentarse al entorno globalizado actúa. Solo de este modo, podremos avanzar hacia una sociedad y una economía más competitivas, productivas, sostenibles e integradoras.