La inclusión desde la empresa, imprescindible para cumplir con el ODS 10 y reducir las desigualdades

Reducir las desigualdades y garantizar que nadie se queda atrás forma parte integral de la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Desde DIVEM, acompañamos a las empresas en la integración de los ODS en su plan de gestión de la diversidad cultural, y hoy os contaremos cómo impactar en el ODS 10 de Reducción de las Desigualdades y además luchar contra la pobreza desde el propio entorno laboral en la empresa.

El ODS 10 promueve la inclusión social, económica y política de todas las personas, independientemente de su edad, sexo, discapacidad, raza, etnia, origen, religión, situación económica u otra condición. Además, tiene por objetivo garantizar la igualdad de oportunidades y reducir la desigualdad.

Por otro lado, la pobreza, la exclusión social y la desigualdad constituyen problemas multidimensionales. Se trata de fenómenos estructurales en tanto que son los resultados de los sistemas de organización de la sociedad y están sujetos al marco de referencia político, económico y cultural.

Los estereotipos y prejuicios hacia los sectores de población con mayor vulnerabilidad, así como las emociones y comportamientos asociados a éstos, están en la raíz de las desigualdades sociales. La promoción de una sociedad pacífica, no violenta, inclusiva y cooperativa, que integre y trate de impulsar los beneficios de su diversidad intrínseca, debería instaurarse en el ADN empresarial.

En España, se presenta anualmente el informe “El Estado de la Pobreza”, que realiza la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social de España, y que ofrece datos sobre el indicador AROPE. Según este informe, no es el desempleo lo que define a la pobreza, ya que dentro del grupo de personas pobres, aquellas que tienen empleo se mantienen como el grupo más numeroso. En este sentido, España ocupa el cuarto lugar, tras Rumanía, Bulgaria y Grecia, en la lista de países de la Unión Europea donde el riesgo de pobreza es mayor y con 4,9 puntos porcentuales superior a la media de todos los países de la UE en su conjunto.

Precisamente, los grupos en mayor situación de vulnerabilidad son los que suelen realizar los denominados trabajos esenciales, y precisamente los más necesarios para el mantenimiento de nuestra sociedad y de su correcto funcionamiento en el día a día.

Desde el ámbito empresarial, llevar a cabo políticas de inclusión ligadas a sectores con menores oportunidades permite poner en valor su responsabilidad social y su apuesta por contar entre las personas empleadas con un talento más diverso, que enriquezca su capital y colabore, al mismo tiempo, con la consecución de las metas establecidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.