Cómo las empresas pueden apoyar a las personas refugiadas con su plan estratégico de diversidad

Un reto en el desarrollo de planes estratégicos de diversidad en las empresas es poner al mismo nivel las distintas diversidades que existen en la sociedad. Por ejemplo, las empresas están más habituadas a trabajar la diversidad funcional que la diversidad cultural, pero cada vez más se le está dando importancia a la gestión de esta última a causa del incremento del número de personas con distintos orígenes y perfiles culturales, como es el caso de las personas refugiadas, en el ámbito laboral.

Para poner en marcha un plan estratégico que refuerce la gestión diversidad cultural para aprovechar todo su potencial es necesario tener claro unos hitos:

  • Crear alianzas con organizaciones del tercer sector que sean expertas en diversidad cultural. Estas entidades son potenciales aliados con experiencia para asesorar, formar y dar todo tipo de herramientas necesarias para la inclusión sociolaboral y la gestión exitosa de la diversidad cultural. Además, su especialización en el trabajo con personas refugiadas e inmigrantes permite maximizar la integración de estas personas en la plantilla, facilitándoles a la vez su plena inserción social y permitiéndoles aportar a la empresa su experiencia y su riqueza diversa.
  • El primer paso para que una gestión de diversidad cultural sea exitosa se ha de empezar por sensibilizar internamente a la empresa formando a la plantilla y a la dirección sobre el porqué es importante la diversidad, cómo impacta en las empresas y en la sociedad, qué beneficios tiene el intercambio cultural… Todas estas acciones fomentan el sentimiento de pertenencia de los empleados a la organización y ayudan a gestionar la diversidad cultural de una forma exitosa.
  • Desarrollar en el plan estratégico de RSC una política específica de diversidad cultural que incluya a las personas refugiadas e inmigrantes es fundamental para dotar de una mayor solidez a la cultura organizacional y de cara a desarrollar un compromiso coherente con la realidad social.
  • Desarrollo de mentoring para la empleabilidad a través de asesoramientos para realizar un CV o cómo tener una entrevista exitosa, formaciones complementarias, la realización de programas de voluntariado corporativo… acciones muy efectivas tanto para la empresa como para el beneficiario.
  • Todo programa o proyecto a desarrollar para este colectivo debería permitir una bolsa de trabajo, publicando vacantes en las que se explique la política de diversidad cultural o, incluso, se oferten programas de formación con posibilidad de contratación.

Si eres una empresa socialmente responsable, te animamos que incluyas en tu plan de diversidad un programa de apoyo a las personas solicitantes y beneficiarias de protección internacional. ¿Te animas? Te ayudamos a desarrollarlo a través del proyecto DIVEM.