Implementar planes de igualdad para aprovechar el talento diverso de las mujeres africanas y afrodescendientes

Cada 25 de julio se conmemora el Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente, una fecha que tiene como objetivo visibilizar a las mujeres afrodescendientes y promover políticas públicas que ayuden a mejorar su calidad de vida, erradicar el racismo y la discriminación.

Según el estudio “Mujeres africanas y afrodescendientes en España: análisis de los factores de discriminación en el acceso a la salud, la educación, el empleo, la vivienda y los servicios sociales”, de Movimiento por la Paz, la discriminación racial al que hace frente este grupo de mujeres se manifiesta mayoritariamente en el ámbito laboral. El 82% de las encuestadas considera que el racismo estructural constituye una barrera en el acceso al mercado de trabajo en condiciones de igualdad. Asimismo, un 74% estima que su color de piel no sólo limita su capacidad de encontrar un empleo sino también de acceder a puestos de responsabilidad profesional.

Resultados que también corrobora el estudio “Aproximación a la población africana y afrodescendiente en España. Identidad y acceso a derechos”, del Ministerio de Igualdad, en el que el 41% de las mujeres afrodescendientes en España afirma haber sido rechazada en una entrevista o discriminada en el entorno laboral por su color de piel (peores horarios de trabajo, remuneraciones más bajas…).

Vemos por tanto que, a pesar de los avances en materia de igualdad de oportunidades y no discriminación, tanto a nivel europeo como en nuestro país, los datos evidencian la necesidad de seguir sensibilizando acerca de la realidad de miles de mujeres que ven como su color de piel se convierte en un factor de desigualdad.

En este sentido, es necesario seguir trabajando y aunando esfuerzos, tanto desde la administración pública como desde el sector privado, que permitan acabar con esta discriminación racial y las diferencias específicas que de la intersección entre el género y el color de piel se puedan derivar, colocándolas en una situación de especial vulnerabilidad respecto a otros colectivos.

Teniendo en cuenta que es en el ámbito del empleo donde estas mujeres perciben una mayor discriminación, las empresas deben asumir un papel clave a la hora de reducir y erradicar estas desigualdades y promover así una igualdad real y efectiva, aprovechando el potencial de la mujer africana y afrodescendiente.

Implantar planes de igualdad en las empresas que incluyan una mirada desde la perspectiva cultural se convierte en una herramienta fundamental para este propósito y permite dar respuesta a las necesidades concretas que presentan estas mujeres a través de acciones y medidas que favorezcan el acceso, mantenimiento y promoción en el empleo.

A través de DIVEM, ayudamos y asesoramos a las empresas a integrar la variable cultural dentro de sus planes de igualdad trabajando desde la concienciación real en su papel a la hora de construir una sociedad cohesionada, ayudando a eliminar los sesgos que que impiden a las personas de origen extranjero acceder a la igualdad de oportunidades efectivas en el ámbito empresarial y laboral.

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