La diversidad lingüística y cultural como valor añadido en la empresa
Como cada año, el 26 de septiembre se conmemora el Día Europeo de las Lenguas, una iniciativa del Consejo de Europa con el apoyo de la Unión Europea proclamada el 6 de diciembre de 2001. Así, en esta fecha se busca sensibilizar sobre la gran variedad de lenguas que caracteriza a Europa fomentando así la diversidad cultural y lingüística; este año, la Secretaria general del Consejo de Europeo, Marija Pejčinović Burić ha señalado que “el Día Europeo de las Lenguas nos recuerda que aprender un idioma es un paso hacia la apertura y el respeto por otras culturas”.
Cabe destacar que existen 24 lenguas oficiales en la Unión Europea, además este mismo año el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación solicitaba la inclusión del catalán, el euskera y el gallego en el régimen lingüístico actual. Esta decisión en pro de una mayor diversidad lingüística, para la que únicamente el Consejo de la Unión Europeo es competente, debe aprobarse por unanimidad por todos los países miembros.
Los flujos migratorios en el continente europeo han resultado en una amplia variedad de idiomas y a pesar de que en el mundo empresarial muchas veces esta variedad sea vista como un desafío clave lo cierto es que puede servir para reforzar oportunidades.
Debemos caminar hacia una cultura de empresa colaborativa donde exista un ambiente de intercambio cultural, pues una plantilla diversa puede ayudar a atender mejor a nuestros clientes, adaptando nuestro producto o servicio a distintos mercados.
El idioma que hablamos define en gran parte nuestra identidad y sentimos una mayor facilidad de expresión en nuestra lengua nativa, lo mismo ocurre con la afinidad idiomática cuando empezamos a formar parte de un equipo de trabajo con personas diversas.
El aprender nuevas lenguas aumenta la empleabilidad de las personas y en muchas ocasiones también acrecienta las posibilidades de movilidad ascendente dentro de la organización. Además, en la actualidad, áreas de RRHH de todo tipo de empresas gestionan la formación y el desarrollo de competencias de las personas empleadas que conforman la plantilla, de forma que teniendo presente la realidad de nuestro tejido empresarial y el mejorar nuestra competencia intercultural debe considerarse una prioridad.
Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona en 2018, titulado “La gestión de la diversidad lingüística en la empresa: un análisis comparativo de estudios de caso en Barcelona” compara tres casos de estudio entre una empresa de construcción, un contact center de una multinacional y una startup tecnológica en Barcelona; para concluir en la importancia de la comunicación intercultural.
Entre los hallazgos del estudio se determinó que uno de los mayores condicionantes en las interacciones cotidianas entre personas locales y migrantes es el tamaño y el tipo de empresa. Resulta de interés señalar asimismo que hay cambios en el registro oral, en conversación con respecto al registro escrito, intercambio de mensajes a través del correo electrónico o en un chat de grupo.
En cualquier caso, formarnos y reconocer la diversidad en nuestra empresa puede facilitar el entendimiento con actores con los que es necesario relacionarse: desde la dimensión interna de nuestros equipos hasta la dimensión externa del trato con nuestros aliados, clientes y proveedores.
Es por esto que subrayamos el hecho de que la gestión del multilingüismo es paralela a la gestión de la diversidad cultural, en otras palabras, al desarrollo de medidas de igualdad y el derecho a la no discriminación en el ámbito laboral.
A través de DIVEM queremos sensibilizamos a las empresas sobre el valor estratégico de la diversidad cultural y lingüística, orientándolas de forma gratuita en la gestión de la diversidad en el entorno laboral como aspectos innovadores que aportan un valor añadido a las organizaciones.