Medir la Diversidad e Inclusión a través de la percepción y valoración de las personas empleadas

Cada vez más empresas están apostando por desarrollar políticas de diversidad e inclusión convencidas no solo de los beneficios tangibles e intangibles que aporta contar con plantillas diversas sino también de su papel como agente de cambio a la hora de impactar positivamente en la sociedad, contribuyendo así a la igualdad de oportunidades y no discriminación y la construcción de sociedades más justas e igualitarias.

Generar una cultura empresarial que abrace la diversidad respetando, valorando y aceptando las diferencias individuales como algo que nos hace únicos es sinónimo de éxito en cualquier estrategia de diversidad. Por tanto, el reto no está en cuán diversa es una empresa, sino en cómo gestionar esas diferencias individuales para que se transformen en oportunidades y beneficios, algo que solo podrá lograrse si nos centramos en la inclusión.

Con el fin de evaluar la eficacia y éxito de nuestras políticas de diversidad e inclusión, es fundamental medir en qué grado y de qué forma experimentan las personas empleadas su inclusión y pertenencia en la empresa. El resultado obtenido en esta acción de escucha nos permitirá ajustar mejor nuestras acciones, poner el foco en aspectos relevantes para los/as trabajadores/as que quizás no hayamos tenido en cuenta y apostar por un enfoque transformador de la diversidad e inclusión. No debemos olvidar que generar una cultura de inclusión y los beneficios que se desprenden de ésta, solo será posible si las personas que integran la empresa están alineadas con los valores y propósito de la compañía en esta materia.

Este tipo de acciones de medición y escucha permiten, por tanto, conocer el impacto de las acciones en materia de diversidad e inclusión entre las diferentes personas que forman parte de la empresa, medir cómo experimentan las personas que ocupan diferentes puestos dentro de la compañía estas políticas y cómo analizar las diferencias que puede haber entre los distintitos grupos encuestados.

Así lo demuestra un estudio publicado recientemente por la OIT del cual se extrae, entre muchas de sus conclusiones, que no todos los grupos de empleados experimentan la inclusión en la misma medida. En este caso, las personas encuestadas de los grupos minoritarios –como es el caso de las personas culturalmente diversas– informan de experiencias de inclusión en el trabajo menos positivas. El estudio, además, da evidencias de cómo las características personales tienen un impacto matizado en la experiencia de inclusión de la persona contratada.

Teniendo en cuenta que las políticas de diversidad e inclusión de gran parte de las empresas ponen el foco en las variables de género, edad o funcionalidad, llevar a cabo este tipo de iniciativas, desde un enfoque intercultural promoverá integrar la voz de otros grupos minoritarios y establecer nuevas medidas que adapten y tengan en cuenta las necesidades particulares de las personas culturalmente diversas.

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