Reducir las desigualdades a través de la gestión de la diversidad y la inclusión desde un enfoque intercultural
Recientemente se han publicado los datos de la EPA correspondientes al segundo trimestre del año, la cual arroja datos positivos y esperanzadores en relación al empleo y vemos cómo, a pesar de la incertidumbre socioeconómica global en la que nos encontramos, crece el número de ocupados, baja la temporalidad y parcialidad de los contratos y se reduce la tasa de paro al 12,48 %.
Aunque los datos son positivos para prácticamente todos los tipos de población, seguimos apreciando diferencias en cuanto a género y origen que son importantes tener en cuenta a la hora de corregir y establecer medidas correctoras que ayuden a reducir estas desigualdades, cumpliendo de esta manera las metas marcadas en el ODS 10.
En el caso de las mujeres, observamos que a pesar de que el nivel de ocupación en este segundo trimestre del año ha sido mayor que el de los hombres, la tasa de desempleo continúa siendo mayor, situándose en un 14,15 % frente al 10,99 % de los hombres, diferencia que muestra la necesidad de seguir trabajando en políticas de igualdad de género en el ámbito del empleo.
No solo en relación al género se muestran ciertas desigualdades, sino que también se aprecian si desagregamos los datos teniendo en cuenta la variable del origen y vemos cómo, en este segundo trimestre, las personas extranjeras han obtenido menores niveles de ocupación respecto a las españolas y su tasa de paro –aunque continúa bajando– se sitúa en el 18,92 % frente al 11,47 % de la población española. En esta línea es importante remarcar cómo son las mujeres de extranjeras las más afectadas por el desempleo, situándose su tasa de paro en el 22,38 %.
Los datos de la EPA –aunque siguen una línea positiva en general– nos siguen dando muestras de la necesidad de seguir apostando por la creación de empleos que favorezcan la igualdad de oportunidades y la inclusión en el mercado laboral de aquellos colectivos más desfavorecidos a través de políticas y estrategias que apuesten por la diversidad y la inclusión.
Las empresas, como motor de creación de empleo y agentes clave en la reducción de desigualdades, tienen un papel fundamental a la hora de contribuir con sus acciones a este objetivo. En este sentido, DIVEM se presenta como una oportunidad a la hora de elaborar planes de gestión de la diversidad en clave intercultural que ayuden a reducir estas brechas y favorecer un empleo más justo y sostenible.