El voluntariado desde la empresa: la oportunidad para hacer visible el compromiso con la sociedad y las personas

En diciembre se conmemora el Día del Voluntariado; cuyo origen se remonta a la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 40/212 del 17 de diciembre de 1985. De acuerdo con datos del Programa de voluntarios de la ONU, el 6,5 % de las personas en edad de trabajar participan en el voluntariado de manera formal a través de organizaciones o asociaciones. Aunque la mayoría del trabajo voluntario se organiza de manera informal entre individuos, en concreto, un 14,3 % de la población mundial.

Este año desde la ONU nos hablan del poder de la acción colectiva. En otras palabras: que cuantas más personas hagan trabajos de voluntariado, el mundo será un lugar mejor. Así se establece que el voluntariado es un recurso renovable para la resolución de problemas sociales. A lo largo de nuestra historia, los voluntarios siempre se han situado en primera línea ante las situaciones de crisis y hay que reconocer la importancia de disponer de un equipo motor en los primeros momentos de situaciones de emergencia social como catástrofes o conflictos. 

Pero, ¿dónde encontrar la inspiración para pasar a la acción y establecer un voluntariado sostenible a largo plazo en las empresas? Un primer paso sería hacerse la pregunta de cómo puede contribuir la organización. Aquí lo ideal es que la actividad voluntaria esté alineada con lo que lo que la compañía hace u ofrece, valorando, además, realizar acciones teniendo en cuenta la sociedad intercultural de la que formamos parte. Estas acciones, además, inspiran la creación de vínculos entre personas; además de respaldar el aprendizaje, el desarrollo profesional y la productividad de las personas que forman parte de las empresas al realizar actividades fuera del contexto estrictamente laboral.

En este sentido, Almudena Santos de CWT, una de las empresas adheridas a DIVEM que ha participado en una de las acciones de acercamiento a la realidad que organizamos desde Accem, definió esta experiencia como “una manera de salir de la oficina y reconectar con los compañeros”, ya que supone una experiencia enriquecedora para conocer tanto a las personas de los equipos como también el día a día de otras personas, en este caso de personas que son atendidas desde diferentes programas de Accem en Madrid.

Entre los principales beneficios de realizar este tipo de acciones encontramos que ayudan a la mejora del clima laboral, a la integración de las personas en la línea de acción social de la empresa y el impulso de la imagen corporativa.

En suma, junto al desarrollo de nuestra actividad voluntaria, es importante tener un perfil comunicativo claro, tanto de manera interna como externa, disponiendo de indicadores como el número de proyectos o actividades que se realizan anualmente, personas beneficiarias (directas e indirectas), la contribución económica social (horas de trabajo, monetaria, en especie), las personas participantes en las acciones (personas voluntarias y externas –tanto a empleados de mi propia organización como a proveedores y clientes…–).

Desde DIVEM, queremos ser tu aliado del sector social para poner en marcha acciones y colaboraciones conjuntas para unir esfuerzos, saberes, conocimientos y experiencias, reconociendo la labor de las empresas quienes, a través de estas acciones y su compromiso con la sociedad, dedican su tiempo a construir un mundo más equitativo y justo. Si tu empresa también quiere formar parte de este cambio, ¡entra a formar parte de las #EmpresasQueSuman y descubre todo lo que DIVEM puede ofrecerte!