Diversidad cultural e identidad de género: garantizando la igualdad en la empresa desde una perspectiva interseccional
Ser una empresa diversa también tiene relación con ser una empresa consciente y sensible a la realidad social de las diferentes realidades culturales de las que provienen las personas que se integran en la plantilla o que hacen esa primera entrevista de trabajo para llegar a formar parte de la misión corporativa. Hoy queremos profundizar en la identidad de género, como parte esencial del plan de igualdad de género desde una perspectiva de diversidad cultural.
Durante el mes de julio, desde el programa DIVEM estamos conmemorando el mes de la diversidad cultural LGTBI+, y dentro de esta línea de acciones, nos proponemos también fomentar el conocimiento de la realidad de las personas migrantes y refugiadas LGTBI+.
Si bien, cualquier persona LGTBI+ se enfrenta en ocasiones a una serie de prejuicios y sesgos en el acceso a un puesto de trabajo o en la promoción interna, especialmente en lo concerniente a la identidad de género, si añadimos la variable de “identidad cultural”, la interseccionalidad de las vulnerabilidades aumenta exponencialmente sus dificultades laborales, y, tal y como está demostrado, el talento diverso —y cuanto más diverso mejor— siempre ayuda en el propósito empresarial con innovación, mejora del clima laboral, creatividad y mejora en la cuenta de resultados al abrir nuevos espacios de oportunidad comercial.
En este año contamos con los datos obtenidos por la II Edición del estudio realizado por UGT sobre “Discriminación de personas Trans y LGTBI en el ámbito laboral en España en 2023”, y que nos muestran un panorama muy diferente al sentir social de que hemos avanzado mucho en derechos laborales para la inclusión de personas LGTBI+. De este estudio nos gustaría destacar tres aspectos:
El 55 % de las personas trans y no binarias han sido rechazadas directa o indirectamente en entrevistas de trabajo.
Cuatro de cada diez personas LGTBI+ vuelven al armario cuando se encuentran en su puesto de trabajo.
El 20 % reconoce que la disociación entre la vida privada y laboral les produce situaciones de ansiedad y estrés.
Estas consideraciones manifestadas en el estudio se agravan si sumamos el componente de diversidad cultural. Actualmente en el mundo hay 70 países donde se criminaliza legalmente a las personas LGTBI+, y, además de estos países, en otros tantos en los que no se criminaliza jurídicamente la LGTBIfobia social hace sus vidas inviables en esos contextos, como puede ser en el caso de países como Brasil, donde a pesar de tener una legislación bastante avanzada contra la discriminación de estas personas, mantiene el mayor número de asesinatos por LGTBIfobia de todo el mundo. En estos contextos, huir es la única manera de lograr ser y vivir para contarlo.
La interseccionalidad de los ejes de desigualdad que atraviesan a las personas LGTBI+ migrantes y refugiadas (origen, orientación sexual, género, cultura, racialidad…) las hacen especialmente vulnerables en los países de acogida y suponen a veces un nuevo obstáculo en su inserción social y laboral y en la garantía de su desempeño profesional. Además, estas personas, al contrario de lo que sucede con otros grupos de personas migrantes y refugiadas, no pueden contar con el apoyo de compatriotas, que siguen reproduciendo prejuicios y sesgos aprendidos en origen, generando situaciones de aislamiento y desconexión de cualquier red de apoyo.
Desde el programa DIVEM acompañamos a las empresas en sus estrategias de igualdad y diversidad, promoviendo que ninguna diversidad o género quede excluida. Canalizamos acciones de sensibilización y acercamiento a la realidad para los equipos de trabajo, realizamos formaciones específicas y promovemos la puesta en práctica de medidas realmente efectivas para la plena inclusión desde el onboarding a la promoción y liderazgo del talento diverso. ¡Descubre las acciones que hemos preparado con ocasión de este mes de julio, mes de la diversidad cultural LGTBI+, y entra a formar parte de las #EmpresasQueSuman!