El empleo es la mejor manera de integrar socialmente a los diferentes colectivos en situación de vulnerabilidad.
La integración de determinados colectivos que por sus características especiales tienen más complicado acceder a una vivienda o a un empleo (personas inmigrantes, personas en situación de calle, colectivos en riesgo de exclusión, etc.) es uno de los escollos fundamentales que surgen en el trabajo de la integración social. Tal y como dice la “Guía Metodológica de Inserción Laboral de las personas en situación de vulnerabilidad” editada por la EAPN, “La situación actual del desempleo o paro laboral es el tema de preocupación principal de la sociedad.”
Por ello, consideramos interesante destacar las buenas prácticas en empresas, entidades y administraciones públicas que fomentan esta inclusión en diferentes aspectos.
La inserción socio-laboral es uno de los pilares clave para trabajar la integración con estos diferentes colectivos. Recientemente, la Comunidad de Madrid ha presentado un Plan de Inclusión Social de la comunidad gitana en dicha comunidad para los próximos 5 años. También desde Accem trabajamos el programa Operativo, dirigido a reforzar las acciones que en materia de inserción social y laboral se vienen desarrollando en las distintas sedes territoriales de la entidad, con los diferentes colectivos con los que trabajamos (personas refugiadas, inmigrantes y personas en situación o riesgo de vulnerabilidad).
Igualmente, hay empresas que han apostado por la inserción laboral de diversos colectivos como parte de su estrategia de negocio. Ejemplos como el programa Hoteles que Acogen de NH Hoteles, que integra a colectivos desfavorecidos dentro de sus programas de formación y empleo, o el Proyecto de ayudas a la contratación y al autoempleo dirigido a jóvenes a través del programa Accedemos, que desarrolla el Instituto de Acción Social de Mapfre, etc.
El empleo es la mejor manera de integrar socialmente a los diferentes colectivos en situación de vulnerabilidad. Para ello es fundamental apostar por las personas. Crear alianzas estratégicas con entidades sociales, fomentar el trabajo en red, y sobre todo, incluir acciones que fomenten la diversidad cultural o étnica en todos los estratos de la empresa, para que puedan desarrollarse, cuantificarse y ser sostenibles.