Endesa: “Cualquier empresa que integre la diversidad en su cadena de valor, tendrá éxito”
Las empresas que fomentan en su entorno laboral la diversidad en cuanto a la cultura, el género, la edad, el origen… les permite aprovechar los numerosos beneficios que ésta aporta a las organizaciones.
Este es el ejemplo de Endesa, que, a través de su programa Orienta-T, busca fomentar el rol de liderazgo de la mujer en las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) a través de acciones formativas en colegios e institutos para promover que las niñas apuesten por carreras de ciencia y tecnología. Además de la clara apuesta por la igualdad de género, esta iniciativa también hace hincapié en promover esa capacidad de liderazgo en niñas y jóvenes independientemente de su cultura, su origen o su clase social. Es por este motivo –por derribar estereotipos de género y basados en el origen, la nacionalidad o la cultura–, que Orienta-T fue galardonado el pasado mes de noviembre con el Premio DIVEM a la mejor iniciativa de Mujeres Diversas 2019.
En palabras de Javier Nieto Andreu, responsable del segmento Pymes de la Zona Norte de Endesa, este tipo de acciones no solo benefician a los colectivos a los que van dirigidos, sino que ofrece nuevas posibilidades de crecimiento para las empresas: “Al integrar estas políticas de diversidad como un valor fundamental de las empresas, se generan nuevas sinergias, atrae talento y genera un conocimiento que abre nuevas oportunidades a otros mercados”.
Andreu también tiene claro en que este tipo de acciones no son patrimonio único de las grandes empresas, sino que “cualquier empresa que tenga definido un plan de acción que integre la diversidad dentro de su cadena de valor, será una empresa que tendrá éxito”. De esta manera, ejemplifica que se puede cumplir este objetivo con iniciativas como “grupos de trabajo donde intervengan diferentes actores con diferentes diversidades y donde cada uno aporte su punto de vista, siempre bajo un prisma de respeto”.
El ejemplo concreto de Endesa nos muestra que asumir la diversidad, hacerla formar parte de la actividad diaria e integrarla dentro del propio ADN de las empresas, no es solo una forma de generar valor en las propias empresas, sino que también es una apuesta para el crecimiento y el desarrollo de la sociedad en su conjunto.